Garantizar la competencia técnica: Asegura que los laboratorios tengan la capacidad técnica y los recursos necesarios para realizar pruebas y calibraciones con precisión y fiabilidad.
Asegurar la validez de los resultados: Establece los criterios necesarios para que los resultados obtenidos en los laboratorios sean consistentes y estén respaldados por una gestión de calidad adecuada.
Mejorar la calidad: Promueve la mejora continua dentro de los laboratorios a través de la evaluación, la auditoría interna y el control de procesos.
Demostrar la capacidad de cumplir con los requisitos de los clientes: Asegura que los laboratorios sean capaces de satisfacer las expectativas y necesidades de los clientes, al seguir procedimientos estandarizados y bien definidos.
La norma cubre varios aspectos clave que los laboratorios deben cumplir, entre ellos:
Gestión de calidad: Establece un sistema de gestión de calidad para los laboratorios, basado en principios similares a los de la norma ISO 9001, pero enfocados en las actividades de prueba y calibración.
Competencia técnica: Exige que los laboratorios cuenten con personal cualificado, equipos adecuados, y métodos de prueba validados, para garantizar que las pruebas y calibraciones sean realizadas de manera precisa.
Control de equipos y medios: Los laboratorios deben asegurar que los equipos utilizados estén calibrados y sean apropiados para las pruebas, con el fin de minimizar los errores en los resultados.
Condiciones de trabajo: La norma requiere que las condiciones de trabajo, como el ambiente y la infraestructura, sean adecuadas para realizar las pruebas de manera confiable.
Aseguramiento de resultados: Incluye la necesidad de implementar procesos de verificación y validación de los resultados obtenidos para garantizar su precisión.
Mejora de la confianza en los resultados: La acreditación según esta norma proporciona una garantía de que los resultados de las pruebas y calibraciones son confiables y competentes, lo que genera confianza en los clientes y las partes interesadas.
Cumplimiento con los requisitos regulatorios: Muchos sectores y organismos regulatorios requieren que los laboratorios estén acreditados conforme a la ISO/IEC 17025 para asegurarse de que los resultados son válidos y estén dentro de los estándares internacionales.
Ventaja competitiva: La acreditación puede ser un diferenciador en el mercado, ya que demuestra que el laboratorio sigue los estándares internacionales de calidad y competencia técnica, lo que puede ser importante para atraer clientes.
Reducción de errores y mejora continua: Al fomentar un sistema de gestión de calidad y un enfoque en la mejora continua, se pueden identificar y corregir procesos deficientes o áreas de oportunidad para optimizar el rendimiento.
Acceso a mercados internacionales: Los laboratorios acreditados según ISO/IEC 17025 pueden facilitar su acceso a mercados internacionales, ya que muchos países exigen que los laboratorios sean competentes según esta norma.
Confianza en la toma de decisiones: Los resultados obtenidos en laboratorios acreditados proporcionan una base sólida para la toma de decisiones, especialmente en áreas críticas como la salud, la seguridad, la industria farmacéutica, la producción industrial, entre otros.
La norma es aplicable a cualquier laboratorio que realice ensayos y calibraciones, sin importar el tamaño, el tipo o el sector. Algunos ejemplos incluyen: